Sigamos reduciendo la siniestralidad laboral

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Evitar en lo máximo los accidentes de trabajo es al final un trabajo que depende de todas las partes implicadas: Administraciones públicas, empresarios y trabajadores. Es cierto que desde que se aprobó en España la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, hace ya casi 20 años, se han reducido los accidentes mortales de forma muy significativa, pero eso no quiere decir que haya que bajar la guardia ni que se haya hecho ya todo lo posible en esta materia.

De hecho, hay cálculos que cifran el coste de la siniestralidad laboral en España en 15.000 millones de euros, una cantidad equivalente por ejemplo al 1,5% del PIB nacional. Y si comparamos las estadísticas de aquí con las de los países más avanzados de nuestro entorno, nos encontramos con que la media es superior entre un 30 y un 40%. Es decir, que aún queda mucho camino por recorrer en este sentido.

Es cierto que la crisis económica, con especial incidencia en el sector de la construcción, ha supuesto también un descenso en el número global de accidentes y en el total de accidentes mortales. Aunque no ha sido esta la única causa, ya que las campañas de sensibilización de las Administraciones Públicas, la concienciación de empresarios y obreros y las inspecciones de trabajo han contribuido a mejorar mucho la situación.

No hay que dejar de incidir en ningún aspecto, ya sea para concienciar al personal o para poner los medios materiales adecuados. La prevención de incendios en el trabajo, de caídas a grandes alturas, de enfermedades profesionales o incluso de accidentes mortales in itinere, son algunos de los aspectos particulares en los que aún se puede seguir incidiendo más. Da igual el sector profesional del que se trate, ya que aunque la construcción sea el que tradicionalmente acumula más accidentes, en cualquier puesto de trabajo pueden existir riesgos imperceptibles a simple vista o comportamientos que a la larga son perjudiciales para la salud. Saber identificarlos es el primer paso, y estar mentalizados para cumplir con las medidas correctas es el siguiente.

No obstante todo lo dicho, la realidad es que la evolución en las últimas dos décadas ha sido más que positiva y hay que seguir afianzando las medidas llevadas a cabo de cara al futuro. No bajar la guardia y que todas las partes implicadas sigan igual de concienciadas o más es la clave para que cada vez haya menos accidentes en el puesto de trabajo.